jueves, 27 de junio de 2013

Lunares

No me gusta ir al médico.
Pero la chica que me atiende 
No me parece mal del todo.
Me quito la camiseta y me siento en la camilla.
'Parece que te han pintado los lunares'
Y me saca una sonrisa.
Si quisiera, de verdad, si ella quisiera
Ver lo que son luna-res bonitos,
Que se vaya a Madrid.
Pero que le quede claro, 
Que esas constelaciones son mías.

©Alejandra
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domingo, 23 de junio de 2013

Así

A mi nunca me ha gustado que me llamen 'princesa'
Porque nunca me ha parecido un alago.
Desde pequeña, mis personajes favoritos 
No han llevado ningún tipo de corona.

Suena el teléfono y son las once de la noche
'Cariño, ¿te apetece cenar fuera?'
Y, por favor, a quienes no me conozcáis:
Jamás me llaméis cariño.

Las parejas que se llaman 'gordi' o 'peque'
Siempre las he admirado 
Porque yo nunca podría llamar así a alguien a quien quiero.
No sé por qué, supongo que lo llevaré en los genes.
Abro la boca para decir algo parecido
Y como que las cuerdas vocales boca-les se rompen.

Mira que son bonitas las cuerdas de tu guitarra
Cuando no la tocas,
Sino que es ella quien nos mira desde la esquina.
Te despiertas, y estas a mi lado.
Me llamas por mi nombre 
Y me dices que la guitarra tiene envidia 
De mis curvas.
Esperad, no releáis,
Pero creo que no hay cosa más bonita que esa.
Que te llamen por tu nombre
Recién despertada.
Y un beso.

Hace días que no tengo un buen día 
Y aunque el verano según el calendario empezó hace días,
El mío empieza el día ocho.
¿Sabéis qué?
Mi padre siempre me ha dicho que soy una reina,
Que nunca me llamen 'princesa'.
Y lo de cariño, quería decir, si algún día llegas a leer esto,
Que ese día a las once de la noche
Estaba en pijama y cenada
Viendo una película para dos
Con alguien que me llamaba por mi nombre,
Y cada vez que lo hacía

sonreía.

©Alejandra
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sábado, 8 de junio de 2013

Érase una vez el día que se me olvidó como se escribía.
Mamá siempre me ha dicho que no importa lo que haga, que llegaré a la luna si me lo propongo.
Mi padre me ha enseñado que las noches no son buenas sin un beso de buenas noches.
Alguno que otro aún no entiende por qué las cosquillas no me hacen cosquillas.
Mi abuela siempre tuvo más ganas que yo de reir a carcajadas, y me enseñó a hacerlo cada día.
Mi abuelo no me llama por teléfono porque dice que se pierde la magia de mirarnos.
Claudia que las cosas con una cerveza en la mano se ven mejor.
Mi tía me ha enseñado tanto que no cabría por aquí.
Mi tío me enseñó que no me preocupara si se iba el tren: que al final siempre pasa dos veces.
El abuelo que sale andar todos los días a la misma hora que yo salgo para la universidad que sonreír por la mañana es gratis. Y te alegra el día.
Mi vecina que los desayunos saben mejor sentadas en la encimera.
Mi mejor amiga que las amistades se gastan.
Mi mejor amiga que hay amistades que no se gastan.
Una vez alguien me dijo 'nos vemos este domingo' y con eso me enseñó que los domingos son los mejores días de la semana.
Alguien muy grande me enseñó que escribir era algo más que ordenar letras.
Ellas que brindar es mejor si es por nosotras.
Un señor mayor con bigote que también se puede querer a alguien pase lo que pase. 
La cabrona aquella, que las cosas saben mejor después de un gran esfuerzo.
Hace poco alguien me enseñó una de las cosas más importantes del mundo,
e incluso hubo quien sin hacer nada bueno por mí, ya me enseña cosas.

Pero quería saber, que por qué en ningún momento nadie me explicó que Madrid estaba tan lejos algunos días, y tan cerca muchas noches.
Que no me acuerdo.

©Alejandra
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