jueves, 19 de julio de 2012

Hay cosas que no deberían acabar nunca.

Yo puedo escribir los versos más felices, a cualquier hora. Felices, pero que quizás no sean bonitos.
Esta mañana me han despertado diciendo que firme un contrato con el demonio y yo acepté. Después me desperté de verdad y vi que no, que no lo hice 
y que tú no estás. 
Hay cosas que no deberían acabar nunca, como los sueños en los que no te vas.
O los sueños en los que siempre vuelves.
Tampoco debería acabar todo esto que implica escribir pensando en ti. 
Lo malo es que si yo estuviera escribiendo versos quizás ya no fueran tan felices.
Pero saldrá bien. Hoy es jueves y te prefiero antes que a un vaso de agua fría con esta calor. Y será así durante mucho tiempo. 
O eso espero. 
O más bien quiero. 
Necesito.

©Alejandra
Don't Copy
 

domingo, 1 de julio de 2012

Antes. K.

Hubo un tiempo en el que mirar al espejo y ver detrás mías a K era lo único que necesitaba.
Antes, cuando nos mirábamos en este, sus manos siempre estaban rodeando mis caderas, así,  como cuando salíamos de la ducha, cuando me abrazaba, o como cuando terminaba el amor de hacernos.
Sonreía y cuando yo me giraba, dejando el espejo atrás y mi espalda desnuda mirando a este, K sonreía y estornudaba, y decía que no había una espalda más bonita que la mía.
Hubo un tiempo en el que mirarme al espejo se hacía bonito. Yo siempre lo supe: estaba enamorada de K.
Y K nunca lo supo, pero él también estaba enamorado de mí.

©Alejandra
Don't Copy