miércoles, 27 de febrero de 2013

Se sienta en el sofá y cierra los ojos.

Va a empezar a llover y cierra los ojos.
Está sentada en el sofá. Quieta. Posiblemente pondría aquí un vídeo de ella, y pensaríais que es una fotografía.
Piensa en la primera vez que tumbada en la bañera, y él en el suelo, se convertían en las personas más felices. Cuando él le sacó a bailar en pijama en ese mismo salón, cuando le hizo el amor la primera vez en la cama: le besó su cicatriz, y por primera vez se le olvidó que la tenía. La primera vez que comieron juntos en un restaurante, cuando fueron al balneario, cuando le dio un primer beso, cuando le montó por primera vez en coche.
La tarta que hicieron juntos y salió malísima. La primera vez que hicieron el amor en el vestidor, la vez que se pidieron disculpas casi llorando. La primera vez que le dijo "no dejes de quererme, por favor". Cuando descubrieron aquel bar que ahora echan de menos. La vez que le llenó la cocina de post-it. La primera vez que durmieron juntos, la primera vez que decidieron no volver a no dormir juntos. "Ojalá el tiempo fuera cíclico".
 El primer miércoles borrachos en el salón. La primera película en la cama. Cuando fueron a la sierra, a la playa. La primera navidad, el primer verano que fueron felices. Juntos.
Cuando se fueron a vivir juntos, cuando se hipotecaron, y la primera vez que él se fue.
Y la primera vez que él volvió.
El primer cuadro en la pared, y la primera pared pintada para dos.
La primera pelea, la vez que se volvieron a arreglar en aquel bar. La primera vez que se dijeron cosas estúpidas y se arrepintieron. El primer "te echo de menos".
Los helados en su portal, o cuando pasaba algo malo y se alegraba los días mutuamente.
Cuando le manchó la camisa de carmín, el primer teatro, las primeras cartas.
Los sms de :"Tengo ganas de abrazarte, en dos días estoy allí". El tiempo se cicló.
La segunda vez que él se fue. Y la tercera y la cuarta. Y todas las veces que ella se ha sentado en aquel sofá con los ojos cerrados a recordar todo aquello, porque el amor de su vida va a volver. Siempre vuelve.
Y se escuchan las llaves. Por fin. Y se abre la puerta. Volvió.
La casa se hace enorme cuando él no está.
Y sigue con los ojos cerrados, todavía quieta en el sofá. Y se le curva la comisura de los labios y casi, te prometo que casi sonríe.
Se acerca él con una sonrisa enorme y le besa con más ganas que nunca. Y ella, aún inmóvil, (por fin) abre los ojos.
"Ay mi amor, no llores".

©Alejandra
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Escucho del 1:40 al 3:53 mil veces. Me refiero a ese poema con guitarra de fondo. Mil veces, y todavía no me canso.
http://www.youtube.com/watch?v=WqSW7dxCeQo

viernes, 22 de febrero de 2013

Hoy desordeno palabras así:


Un beso
Corto no,
Un beso largo.
De esos de ojos cerrados
y corazones abiertos
aunque reconstruidos a base de grapas 
(ya que las tiritas ya hace tiempo que dejaron de pegar)
Risas
Un puzzle
Abrazos
Más risas, y él se hunde en su clavícula sonriendo.
A veces hay momentos tan felices que podrías decir que ya podría pararse el tiempo. 
Que te quedas ahí.
    Hoy hace frío fuera.
Son las cuatro y media de la mañana
y todavía siguen gastando el tiempo en vivir.
Suena el despertador -hay despertadores muy hijos de puta-
y entre un "un ratito más, por favor" y un "no te vayas" se escapa un abrazo
de esos que una vez estuvieron en peligro de extinción.
Pero son las cinco y treinta y siete minutos, y el despertador les grita tienen que irse.
En plural.
A los dos.
No pueden abrir los ojos                    -no quieren-
Y de pronto ganas de quedarse.
Otravez en plural
A los dos.
A la mierda el tren.
   Y más besos
       Felices
          Suyos
Pero "tenemos que levantarnos" sale de una de sus bocas 
Bomba nuclear en las cabezas
pero sonríen
que cabrones, no pueden no ser felices
son suyos
Acuarelas
Y al fin ella; aún con un poco de rimel de anoche, los ojos como platos "no por grandes, sino por rotos", y su boca con una sonrisa; le pregunta:
- ¿Cuando vas a volver?
Y sin dejarle acabar la última palabra le dice:
- Desde hoy estoy volviendo

©Alejandra
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sábado, 2 de febrero de 2013

Ironías.

     Pastillas para dormir.
Ironía es que sueñe.
La casa está sola y llena de mierda,
esperando dos semanas
y un día,
a que vuelvas a llenarla
o a vaciarla.
     Tumbada en la cama me pregunto
si es mejor perder el tiempo
(quien dice gastar dice perder,
y viceversa)
en intentar dormir
o en vivir.
      La cosa es que desde que te fuiste
cuento los días como días para
que vuelvas,
e ironía es que te quiera
a través de espacios
hasta que vuelvas
a comerme
a besos
tumbados en la cama
sin gastar el tiempo en dormirnos;
sino en vivir.

©Alejandra
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