sábado, 30 de abril de 2011

Le dejó tan desnuda que se le veía el corazón


Empezaron a hablar y cada vez que decían una nueva palabra parecía que se acercaban un poco más. Llegaron a tal punto en el que estaban hablando y sus labios casi se rozaban, pero no podían parar de hablar. Estaban esperando un silencio para poder juntarlos, pero tenían tantas cosas que contarse, que decirse, que como no las dijeran, las palabras se quedarían en sus gargantas, ahogándoles.
Se dieron cuenta que poco a poco se estaban desnudando con la mirada, se dieron las manos, y las apretaron. Después se dieron un beso rápido, fugaz, y se dijeron en esos dos segundos lo que no habían podido decir las palabras hasta ahora.
Después, llegó otro más lento, y otro, y otro.. y otro más.
Ella esa noche se quedó tan desnuda que se le veía el corazón. El corazón más rojo de la historia de los corazones enamorados. Latiendo cada vez más deprisa.

©Alejandra.

miércoles, 27 de abril de 2011

Y entonces él le besó


- Me voy ya, que luego mis padres me dan la charla sobre la puntualidad
+ Ah claro, te veo mañana
-... ¿Te vas?
+ Me acabas de decir que tus padres..
- Ya sí, sé lo que he dicho, solo que...
+ Dime
- No sé, que pensaba que ahora me darías un beso de película y nos quedaríamos un rato más, y no me importaría la charla sobre la puntualidad, ni que esté lloviendo, ni...

Y llegó tarde,
y aunque tuvo una charla de las largas, no le importó

©Alejandra.

domingo, 24 de abril de 2011

Tanto que compartir, y tan poca gente que merezca dárselo.


Ella sigue calentando la leche en un cazo, y el número veintidós ya se ha desenganchado de uno de sus vértices. Ya no se va a Berlín, al menos contigo. Ella sigue teniendo sugus de colores, y una sonrisa tan bonita que da vértigo. En serio, es preciosa.
Ella ha escrito hasta debajo de las piedras tu nombre, tus apellidos, y hasta el número de tu casa.
Créeme, que ella estaba dispuesta a prepararte colacaos cuando tuvieras frío, y acompañarte al aeropuerto, aunque lo hiciera tras un mensaje.
Ella ya no morderá el agua por ti, ni te ofrecerá ciruelasclaudia. Si tiene sed, no será porque esté tragando. Ahora va a ser ella quién se coma el mundo, y el tiempo, que siempre está estorbando.
Vamos, no te preocupes, fueron buenos tiempos... Pero ahora vienen mejores, al menos para ella, la chicanubes
Tú mientras tanto sonríe, ella existe

Este texto va por ti, clauclouds; te quiero

©Alejandra


viernes, 22 de abril de 2011


Va al perchero de su cuarto para cambiar del bolso gris, las llaves y la cartera, al bolso marrón, que hoy le pega más.
Abre el primero para coger las cosas y ve dos bolsas. En una quedan pocas chuches, y la otra está llena de lacasitos de colores. Se sienta en el suelo y se come dos. Uno azul, y uno verde.
Sin quererlo, se le escapa una sonrisa.
"Venga, ¡que llegas tarde!"- Se escucha fuera de la habitación.
Y ella se levanta deprisa, dejando las dos bolsas en el suelo de su habitación, junto al bolso que no se va a llevar. Llega a la entrada y le están esperando sus padres para llevarla en coche, ya que está lloviendo, a dónde ha quedado.
Ríe mientras baja las escaleras, y lo hace sin darse cuenta. Abre la puerta del portal y espera a que sus padres salgan.
"Hacía tiempo que no escuchaba una risa tan bonita"- Le dice su padre de broma mientras él también sonríe.
Y ella sabe que es verdad. Que hacía mucho tiempo que alguien así no le producía una risa tan bonita.

©Alejandra

lunes, 18 de abril de 2011

Había una vez una ballena que adoraba cantar ópera


Felicidad. Nada más que leer esta palabra se dibuja una sonrisa en la cara. Y más alto lo digas, la sonrisa se hace más grande.
Es sentir que no te hacen falta ojos para ver, y que sus manos encajan perfectamente en tus caderas sin haber estado allí antes. Es cuando das un abrazo y piensas que podrías quedarte allí horas, o incluso meses, que no te cansarías.
Porque es lo que siente cuando está contigo. Se siente alegre. O incluso feliz. Feliz te tenerte a su lado, y no querer nada más.
Ella es feliz contigo. Sí, eso es.

"Te veo tan feliz, y que te hace tan feliz. Y luego a él le veo tan feliz porque tú le haces feliz, y que hace algo sin que se lo pidas y que no esperas nada a cambio y él tampoco.. es creo que la relación que a mí me encantaría tener después de tanto tiempo"- Claudia


©Alejandra

jueves, 14 de abril de 2011


Me llamo Alejandra, pero eso ya lo sabes. Conozco a bastante gente, y supongo que la mayor parte de esas personas ni siquiera saben mi segundo apellido. Sé quiénes son, y ellas estarán ahí para cuando lo necesite, igual que yo para ellos.
Pero hay personas que conozco desde hace poco y saben mucho más de mi, y otras que conozco hace mil y aunque creen que me conocen, no lo hacen... ¿Alguien sabe mi color favorito?, ¿y qué comida no me gusta?, ¿a qué hora me acuesto?

©Alejandra.

sábado, 9 de abril de 2011

Sale siempre del mismo portal y siempre de manera distinta.


Sale siempre del mismo portal y siempre de manera distinta.
Y hoy, lleva el pelo recogido en una trenza, solo un poco de rimel, y sonríe mientras abre la puerta.
-"Buenos días"- Sonríe también su vecina al verla
+ "Buenísimos días, Teresa"- Le dice abrazándola y se va, dejando ese portal con tantas historias escondidas, a sus espaldas, una vez más.

©Alejandra

martes, 5 de abril de 2011

¿Y tú?

¿Alguna vez os han hablado del amor? Osea, no digo que no sepáis, que no os imaginéis, o no hayáis sentido eso. Sino que alguien os haya hablado de qué es para esa persona.
¿Habéis visto como lo mismo se puede sentir de tantas maneras? La cantidad de puntos de vista diferentes sobre una misma cosa. La cantidad de momentos, de personas, de besos.
Porque aunque haya gente que lo confunda con el "odio" o con el "engaño", aunque haya gente que piense que es una mentira, que es un montaje... todos sabemos qué es el amor.
Y el amor es más que un beso, o que un abrazo, ¿no? El amor es amor, con todos los pros y los contras. Y aunque me llevara aquí escribiendo toda la noche, para ti el amor sería algo diferente.

©Alejandra

sábado, 2 de abril de 2011

"él"

¿Sabes cómo se dio cuenta? Porque estaba hablando con sus amigas y empezó a hablar de ti. Y no te llamó por tu nombre, sino dijo “él”, y ellas le entendieron.

©Alejandra