martes, 28 de agosto de 2012

Ellos dos

A los 8 años se encuentran los dos, los mismos que una vez juraron amor eterno. Después de un rato hablando él le confiesa que está enamorado de alguien que se llama como ella.
Y ella al llegar a casa se echa las manos a la cabeza sin evitar alguna que otra lágrima, y piensa en la puta cara dura que tiene al decírselo; sin darse cuenta de que ese alguien que se llama como ella no es otra persona que ella.

©Alejandra
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Aprovecho para pedir públicamente a http://vikogaramendi.blogspot.com.es/view/magazine 
que por favor deje de copiar mis entradas, o voy a tener que denunciar su página. 
Lo siento, no me gustaría llegar a eso, y MUCHAS de tus entradas que pones son mías. Así que por favor, piensa en el trabajo que hay detrás de esas líneas y si te gustaría que te pasase a ti.
Muchas gracias.

lunes, 13 de agosto de 2012

La vacuna

Deberían inventar ya la vacuna que cure eso de tener ganas de tener pareja cuando ves una de estas en la playa. A veces incluso las odias por parecer tan felices.  
Las cosa es que necesitamos urgentemente la vacuna, que sino queremos enamorarnos, y eso es más grave y ya no salimos. 
Aunque la verdad es que yo me he hecho inmune a todo eso que supone enamorarse o tener ganas de pareja, no sé si es porque ya no me apetece,
o porque ya la tengo y soy yo una de esas que van por la playa.

©Alejandra
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viernes, 3 de agosto de 2012

Tiempo

Pedimos mesa para dos (yo nunca había pedido mesa para dos) y nada más sentarnos apagó su móvil y después pidió que apagase el mío. Realmente no sabía qué estábamos haciendo, y de pronto me cogió la mano izquierda y me desabrochó el reloj.
"Se acabó eso de mirar constantemente el tiempo que nos queda"
Y tenía razón. Desde entonces nos queda todo el tiempo del mundo.

©Alejandra
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