martes, 28 de junio de 2011

Se dijeron "Hasta pronto" y el pronto llegó

Se dijeron "Hasta pronto" en la parada de debajo de su casa. Ninguno de los dos iba a montarse en autobús, ni tampoco querían despedirse.
Así que no lo hicieron. Pasaron ese último día juntos como un día normal. No hicieron nada especial, ni se hicieron regalos para recordarse; no lo necesitaban. Solo se quisieron y se dejaron querer como habían hecho semanas atrás. Y solo cuando se fueron, se dijeron un pequeño"Hasta pronto". No era un adiós, era un "hasta luego" menos doloroso. Un "hasta siempre" al que pensaban hacerle caso.
Y cuando llegó ese ansiado "pronto", solo supieron amarse.

©Alejandra
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domingo, 26 de junio de 2011

Por desgracia, o por suerte

Así que... por desgracia, te necesito. Y no sé no necesitarte.

©Alejandra
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jueves, 23 de junio de 2011

Escribía quién sabe qué palabras, ni para quién

Estábamos sentados cuando se escuchó vibrar un teléfono. Todos seguimos viendo la película, riendo y comiendo helados de muchos sabores. De pronto miré al lado y la vi con su móvil, el peor móvil de todos los que estábamos en la sala; pero ella no necesitaba uno mejor. Estaba escribiendo quién sabe qué palabras, ni para quién. Pero no podía parar de sonreír.
De pronto, volvió la cara, me sonrió y se dio cuenta de que estaba mirando su móvil, de lejos.
"Es una mierda de móvil, lo sé"- Y nos empezamos a reír.

Pero lo que no sabía, es que todos y cada uno de los presentes, con móviles mejores, nos moríamos por tener con quién sonreír así, al mandarle o recibir un mensaje.

©Alejandra
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sábado, 18 de junio de 2011

La luna se murió de envidia al vernos

Y a oscuras, con la luz apagada, las sábanas se apoyaban sobre sus piernas.
Las cortinas se movían levemente y el amor se sentía por toda esa habitación.
En el escritorio se podían ver todavía los libros que no había guardado, y en el suelo estaban sus mochilas apoyadas.
En la cama, había dos personas, pero no estaban haciendo el amor.
El amor les estaba haciendo a ellos.

©Alejandra.
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martes, 14 de junio de 2011

La última cosa no hizo falta escribirla. Ambos lo sabían.

"Buenos días. O buenas tardes. O quizás no hayas abierto el móvil en todo el día y ya sea de noche. En ese caso, buenas noches.
Solo quería decirte que me he despertado esta mañana y he sentido la necesidad de mandarte este sms.
Anoche me di cuenta de muchas cosas. La primera es que eres la tía más gilipollas de la faz de la tierra. En serio, eres gilipollas a más no poder.
La segunda, que ayer no pude evitar sonreír a ver aquella frase en la servilleta.
La tercera, es que la segunda no quita a la primera
Y la última cosa de la que me di cuenta anoche es que..."

Y a pesar de que le hubiera llamado gilipollas, sonrió por dos razones. La primera porque sabía que era verdad. La segunda, porque se moría porque le terminase esa frase.

©Alejandra
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jueves, 9 de junio de 2011

Compro buen humor

Esto es una entrada para todas las personas que piensan que los lunes son una mierda. Por que sí, lo son. No puedo negar lo contrario, en serio. Te cogen de imprevisto y hacen que tus fines de semana pasen más rápido de lo que te gustaría. Te esperan temprano, desde que te levantas y no se van hasta que que no te quedan fuerzas, pasando (quizás) demasiado lentos.
Así que, como sabéis, son una mierda... Pero hay veces en las que el buen humor te inunda, aunque no te queden ni siquiera fuerzas. Cuando por fin ves a esas personas que hacen que todos los días sean fin de semana, y no te importe tanto el hecho de levantarte temprano, ni estudiar hasta no poder.
Entonces, es cuando tus lunes empiezan a ser fantásticos.

©Alejandra
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jueves, 2 de junio de 2011

Dile a esa boca que me deje de mirar


Te quiero hasta en la sopa. Tengo prisa, y no me importa.
Me abrocho el cinturón procurando no arrugar demasiado la blusa que va por dentro. Hace tiempo que no me pongo camisas con jueves por la tarde, y se me olvidó qué era eso.
Me falta echarme un poco de rimel, y ponerme los zapatos. Tengo prisa, y sin embargo no puedo para de escribir.
Hoy es el día menos pensado, en el que deberías hacer algo, y, en serio, que ibas a hacerlo, pero hay algo que no te deja. No es nada malo, al revés, es estupendo, te sientes feliz. Es como cuando quieres pintarte las uñas y no tienes tiempo. Llevas días diciendo: "Hoy me las pinto" pero no tienes tiempo. Eso no es malo, y la razón que no te deje será mejor, seguro.
Imaginaos por un momento que yo tengo la mejor razón por la que no pintarme las uñas, por la que tener prisa (y que no me importe, claro está), que vista una blusa este jueves de junio. Que haga que esté escribiendo en dos minutos lo que no puedo con los estudios, esa razón que hace que esté sonriendo como una completa gilipollas mientras intento de hacer con el caos que tengo en mi cabeza algo.
Pues bien, imaginaos que esa razón tiene nombres y apellidos. Y que son los suyos.

©Alejandra
Don't copy.