miércoles, 28 de julio de 2010

Sala 3. Fila 9. Asiento 3.


En dos meses es la primera película que vemos juntos. Una gran película, sin duda. Él tenía en asiento número 5, ya que mis dos mejores amigas también habían venido.
Nos separaban dos sitios. Dos asientos. Poco más de un metro, creo, nunca he sido buena para calcular distancias.
Yo veía la película mientras sabía que él estaba haciendo lo mismo, haciendo comentarios con ellas, y riéndose. De vez en cuando se le olvidaba que estaba en el cine y levantaba la voz. Y a mí se me escapaba una sonrisa.
Yo esperaba ansiosa que se sentara en el asiento de mi lado. Que se levantara en medio de la película y se pusiese cerca. Y que me diese un beso. Largo, bonito, sincero, como los de aquellos protagonistas que fingían quererse. Y de pronto, sentí una vibración en la pierna. Un
mensaje al móvil. Lo abro y no puedo contener esa sonrisa. Le miro, y él también sonríe, sin mirarme, sabiendo que yo sí que lo hago. Me vuelvo a poner derecha y sigo viendo la película. Se me empañan los ojos por un momento y releo el mensaje. Ahora sonrío y pienso: “Yo más… amor"


©Alejandra.


domingo, 25 de julio de 2010

Él.


Que conozco su voz en formato susurro, y en formato gemido y en formato secreto. Que me sé sus cicatrices, y el sitio que le tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma de rozar las cuerdas de la guitarra...
Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero también el número de sus escalones, y el número de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

jueves, 15 de julio de 2010

"Seré tu equilibrio si tú eres mi café por las mañanas"

Hoy ha tocado limpiar toda mi casa.
He encontrado una nota en el jardín, detrás de una planta.

martes, 13 de julio de 2010

Sin querer.

Si te soy sincera, no sé en qué momento empecé a quererte. Ya sabes, me has gustado mucho tiempo, pero cuando me dejaste de gustar, cuando ya no quería nada contigo, cuando tú estabas con otras… después de eso, no me acuerdo, es más, no sé, cuando volví a saber que eras tú. Todo lo que siempre había querido, tú.
Ya sabes, creo que empecé a quererte sin querer.

©Alejandra.

viernes, 9 de julio de 2010

Hasta pronto.

Querido… En fin, querido tú:

Escribo encima de mi cama, sobre aquel libro que tanto me gusta. Ya sabes cuál te digo.
¿Sabes? Esta mañana me he despertado y he sentido la necesidad de escribirte.
Hoy me voy. Me voy hasta no dentro de mucho, es más, a penas serán cuatro días. Pero no es eso lo que te quería decir. Cuando venga, me quedaré aquí un día, y después… después me voy. Un mes. Quizás algo más.
Cuando vuelva estarás más alto, más moreno. Quizás también hayas cambiado tu manera de divertirte o hayas conocido a mucha otra gente, en otros muchos sitios. Quizás tengas diferentes opiniones a las que hoy tienes. Quizás ya no me quieras.
Por eso, te quería decir que te quiero como nunca antes lo había hecho. Y no te puedo prometer que sea para siempre, pero ahora mismo lo hago con todas mis fuerzas. Que la distancia no la hacen los kilómetros, sino las personas. Que tengo más deudas con tu espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que no te voy a olvidar. Lo sé. Que te prometo llamar cada día, si quieres. Que te mandaré cartas, como esta, bueno no, mejores que esta.
Que quizás solo sea un mes. Un mes que echaré de menos tu manera de mirarme, tus labios y tus manos. Echaré de menos tus abrazos, y la forma con la que medio sonríes, y me pones nerviosa.
Bueno, me voy a hacer la maleta.
Nos vemos pronto.

Te quiere, Alejandra.


©Alejandra.

miércoles, 7 de julio de 2010


Eres un estilo de vida. Mi estilo de vida.
©Alejandra.