Tengo miles. Desde los más tontos, a los más grandes. Desde el primer diente que se me cayó, a mi primer beso. Desde que me regalaron aquel reloj, hasta que me regalaron aquellas zapatillas. Desde cuando mi abuela me enseñó a hacer el flan que tanto me gusta, hasta cuando mi padre se rompió la pierna jugando al baloncesto. Y ahí solo tenía cuatro años.
También la vez que te conocí, y la que me pediste que te abrazará. Las veces.. diría yo. Pero todas las guardo, ¿sabes?
Las llevo guardando siempre en una caja. Y de vez en cuando, cuando me siento vacía, triste, la abro. Y me dejo llevar por eso. Por los recuerdos. Bonitos, crueles y sobre todo, recordados.
Todos deberían hacerlo de vez en cuando. Solo que hay un riesgo. Un riesgo que puede o no puede merecer la pena correr.
©Alejandra.
Recuerdos de todas clases, que se quedan ahí para siempre :)
ResponderEliminarYo he llevado mis recuerdos a un extremo que tengo una caja repleta de papeles y entradas de cine. Ya no puedo ni moverla. Aveces me da miedo perderlos.
ResponderEliminarOh, que bonito :)
ResponderEliminarA mí también a veces me da miedo de que un día ya no estén, pero mientras tanto recordemos.
ResponderEliminarMuchas gracias a todas♥