jueves, 10 de enero de 2013

Buenas noches

Noviembre de hace 11 años.
Papá llegaba tarde.
Estaban todos dormidos.
Antes de quitarse la ropa (ni siquiera el abrigo) abría despacio la puerta de la habitación de ella y le daba un beso.
Por la mañana siempre le decía:
"Ayer cuando llegué, te besé y volviste a decir "espera, quédate un ratito", y te dormiste de nuevo". 
Y ella siempre le abrazaba.

Hace 13 días, 13 horas, 48 minutos.
Hacía mucho tiempo que no se acordaban ninguno de los dos de todo eso.
Pero hace poco ella se despertó temprano ya que el sol se colaba desde el pasillo y se levantó a cerrar la puerta. Estaba bostezando, intentando no hacer ningún ruido para no despertar a nadie cuando escuchó:
"Ayer por la noche, cuando te quedaste dormida, te di un beso y me dijiste que me esperase, que me quedara un ratito"
Y, por supuesto, también le abrazó.
Y se quedaron un ratito que todavía dura.

©Alejandra
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3 comentarios:

  1. que bonitoooo. las rutinas como esa nunca cansan, porque son preciosas

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    1. gracias chica de los chicles!!! así da gusto escribir :)

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  2. Gracias andrea!! Luego me paso sin falta:)
    un beso!

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