martes, 9 de abril de 2013

A mi no me gustan los plan B.

Me despierto, y que sea abril en mi colchón es lo que menos me preocupa.
¿Sabéis que es lo mejor que puedes hacer con un hombre? Hacerlo literatura.
Obvias detalles y lo haces más bonitos. Es ridículo. Pero sirve.
Abrid un libro, sea cual sea, y buscad el nombre de un hombre. Leed la página completa.
A no ser que sea un asesino, un loco o político posiblemente te enamores.
Ahora, el próximo viernes salid y hablad con uno de ellos.
No pienses que se va a convertir como un caballero o como un capullo de esos que os enamoran; que va. Posiblemente esté borracho y te intente meter mano. Los hombres que van a bares por la noche ya no son como los de antes.
Dicen que antes salías al bar de abajo y encontrabas al amor de tu vida. Te invitaba a una copa e incluso te guiñaban el ojo.
Así que ala. Todos a hacer hombres literatura.
La cosa es que este plan B se ha vuelto universal. Todos lo utilizan aunque no sean conscientes de que están transformando hombres en literatura. Es eficaz, barato e incluso te hace feliz.
Pero yo no venía a deciros eso. No voy a convenceros de nada, pero os invito a que no transforméis a hombres en literatura, ni siquiera un poco. Nada, dejadlos así, como sean. 
Porque aunque no lo sepáis hay hombres que ya son literatura por sí solos.

©Alejandra
Don't Copy 

4 comentarios:

  1. Y así es todo más hermoso, más bohemio. Me encanta. Yo solía convertir los hombres en literatura, pero espero encontrar al hombre que sepa serlo por si solo.
    Me encanta este texto, te quedo precioso.
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  2. Que razón tienes en esa última frase...

    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. me encantó, corto y conciso, un placer pasar por aquí

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a los tres,
    el placer es mío al leer vuestros comentarios.
    os espero por aquí siempre que queráis pasaros,
    un beso!!

    ResponderEliminar