viernes, 9 de julio de 2010

Hasta pronto.

Querido… En fin, querido tú:

Escribo encima de mi cama, sobre aquel libro que tanto me gusta. Ya sabes cuál te digo.
¿Sabes? Esta mañana me he despertado y he sentido la necesidad de escribirte.
Hoy me voy. Me voy hasta no dentro de mucho, es más, a penas serán cuatro días. Pero no es eso lo que te quería decir. Cuando venga, me quedaré aquí un día, y después… después me voy. Un mes. Quizás algo más.
Cuando vuelva estarás más alto, más moreno. Quizás también hayas cambiado tu manera de divertirte o hayas conocido a mucha otra gente, en otros muchos sitios. Quizás tengas diferentes opiniones a las que hoy tienes. Quizás ya no me quieras.
Por eso, te quería decir que te quiero como nunca antes lo había hecho. Y no te puedo prometer que sea para siempre, pero ahora mismo lo hago con todas mis fuerzas. Que la distancia no la hacen los kilómetros, sino las personas. Que tengo más deudas con tu espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que no te voy a olvidar. Lo sé. Que te prometo llamar cada día, si quieres. Que te mandaré cartas, como esta, bueno no, mejores que esta.
Que quizás solo sea un mes. Un mes que echaré de menos tu manera de mirarme, tus labios y tus manos. Echaré de menos tus abrazos, y la forma con la que medio sonríes, y me pones nerviosa.
Bueno, me voy a hacer la maleta.
Nos vemos pronto.

Te quiere, Alejandra.


©Alejandra.

1 comentario: