viernes, 3 de septiembre de 2010


La arena está fría.
Es de noche y mientras los demás se acercan a coger algo para comer, yo prefiero acercarme al agua. Esta sí que está más caliente. Me siento en la orilla y oigo como rompen las olas en las rocas, no muy lejos. Felicidad condensada en momentos. En segundos. Miro hacia atrás y veo que aún les queda un largo rato de cola. Siento como la marea esta subiendo y poco a poco me roza la punta de los pies. Dejo a un lado las sandalias que tengo en la mano y me tiro al agua. Me lanzo. Me siento mojada, fría y feliz. Sostengo las ganas de reir antes de que se den cuenta.
Y sin apenas han pasado unos minutos cuando allí estabamos todos. Dentro del agua. Vestidos, jóvenes y mojados. Salpicándonos de agua y compartiendo las ganas de disfrutar. Y entre carcajadas, bromas y felicidad sentimos que se nos acaba el verano. Nuestro verano.
©Alejandra.

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