domingo, 28 de abril de 2013

"Ese viaje cambió mi vida"

La puerta no se abre.
No se puede abrir,
Y nos saltamos el balcón a las 5 de la mañana,
Con cinco copas de ron encima.
De pronto me siento hielo
Y acabamos en un césped,
Frente la comisaría de la policía.
La cosa es que mientras la hora de la siesta es para dormir,
Vamos a la playa a despertarnos
Y nos besamos como sino pudiéramos parar de querernos.
Ojalá el tiempo fuera cíclico.
Lo mejor fue
El bufet por la mañana.
El bufet por la tarde,
Y el postre de la cena en esa habitación aún con la puerta cerrada.
Como si no quisiéramos salir:
nadie nos espera fuera,
Y eso es lo mejor de todo.
Le cogemos cariño a eso de saltarnos el balcón,
Al ron por la noche,
A querernos,
A dormir juntos,
A comer juntos y comernos.
Mi teléfono lleva dos semanas apagado 
Y por primera vez, ni me doy cuenta.
Descubrimos restaurantes escondidos, 
Vamos a ver pisos como si nos fuéramos a quedar allí,
Y me pides quedarnos.
Pero de pronto aviones.
Hubiera dejado de sonreír,
Pero.
"Ese viaje no cambió mi vida"
Esa vida cambió mi viaje.

©Alejandra
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3 comentarios:

  1. Que preciosidad. Cuando una vida se cambia, ni aviones de ida ni de vuelta pueden hacerlo retroceder.

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  2. Cuánta simplicidad y belleza veo en tus palabras.

    (hummm, tu última frase me ha hecho pensar...)
    besos con sonrisas

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  3. Muchísimas gracias a las dos!!
    Es lo que tienen los viajes, de una manera u otra te cambian la vida
    un beso fuerte!

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