martes, 1 de marzo de 2011

Maletas que empiezan, y esta vez por la "Z"


Empiezo a hacer la maleta y son demasiadas cosas las que quiero recordar. Zapatos, chaquetas, camisas. También calcetines gordos, que allí hace frío. Echo vaqueros claros, oscuros, de cuadros, unos grises, unos rojos. Una falda, aunque no crea que me la ponga. Meto unas zapatillas de andar por casa, y el pijama, claro. También el neceser, la ropa interior, las medias y algunas pulseras.
De pronto, la maleta (que tan grande es) está repleta de cosas y no me cabe nada más. Todavía me hace falta meter el vestido o el secador.
Mamá siempre me dice que empiece por el principio y la deshaga, echando solo lo importante. Pero aún me quedan muchas cosas que meter, y tengo todavía cuatro días. Así que esta vez no empezaré por el principio, empezaré por la "Z" que por la "a, b, c..." ya sabemos de memoria. Empezaré por el final; por la "Z" de zapatos, de plaza, de empezar.
De empezar, eso es, pero esta vez con la "Z" de placer, de canción. Aunque se escriban con "C", y esta vez no me importe.

©Alejandra

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